Oh, mi niña...
Mi dulce Natalia...
Luz de blanca luna sube a tu mirada
y en ella refleja toda la belleza
que tiene tu alma.
¡Qué bonita eres!
Siempre tan alegre, tan linda.
Eres el premio a mi vida, hija.
Mi remanso de paz.
La suave brisa que alivia mi alma.
¡Qué bonita eres!
Ojos verde mar, manitas de nácar,
rodéame con tus brazos
si ves que mis ojos algún día lloran.
¡Qué bonita eres!
Y ahora, duerme, corazón de mamá.
Duerme ya, mi niña.
Oh... No me niegues nunca esa sonrisa...
¡Mi pequeña vida!
¡Hija de mi alma!
Maite García Romero
que tiene tu alma.
¡Qué bonita eres!
Siempre tan alegre, tan linda.
Eres el premio a mi vida, hija.
Mi remanso de paz.
La suave brisa que alivia mi alma.
¡Qué bonita eres!
Ojos verde mar, manitas de nácar,
rodéame con tus brazos
si ves que mis ojos algún día lloran.
¡Qué bonita eres!
Y ahora, duerme, corazón de mamá.
Duerme ya, mi niña.
Oh... No me niegues nunca esa sonrisa...
¡Mi pequeña vida!
¡Hija de mi alma!
Maite García Romero